Has hecho todo el trabajo duro: fijaste el precio correcto, arreglaste los desperfectos y las fotos en internet se ven increíbles. El teléfono sonó y tienes programada una visita. ¡Felicidades!
Pero cuidado: el partido no se acaba hasta que se firma el contrato. La visita física es el momento de la verdad. Es cuando el comprador decide, en cuestión de minutos, si “siente” que esa es su casa o no. Para que esa decisión sea un “SÍ”, tu casa debe estar lista para el espectáculo. Aquí te damos el protocolo paso a paso para recibir a tus futuros compradores.
H2: 1. Activa los 5 Sentidos (La Psicología del Ambiente)
Una casa no se compra solo con la vista; se compra con todos los sentidos.
- La Vista (Luz): 15 minutos antes de que lleguen, sube todas las persianas y abre todas las cortinas, incluso si es de día. Enciende todas las luces (baños, pasillos, lámparas de mesa). Una casa iluminada se ve más grande y alegre.
- El Olfato (Crítico): El olfato es el sentido más conectado a la memoria.
- Lo Prohibido: No cocines pescado, coliflor o frituras el día de la visita. Oculta el arenero del gato.
- El Truco: Prepara café recién pasado o hornea pan/galletas media hora antes. El olor a café y vainilla evoca “hogar”.
- El Tacto (Temperatura): Loja puede ser fría o ventosa por las tardes. Si hace frío afuera, asegúrate de que la casa esté cálida (cierra ventanas si hay viento). Si es un día caluroso, ventila bien. El confort térmico es clave.
- El Oído: Apaga la televisión. Si hay mucho silencio o ruido de calle, pon música instrumental suave (jazz o bossa nova) a volumen muy bajo de fondo.
H2: 2. El Protocolo de Limpieza “Flash”
No necesitas hacer una limpieza profunda cada vez, pero sí un “repaso táctico”:
- Baños: Baja la tapa del inodoro (siempre). Limpia las gotas de agua del espejo.
- Cocina: El fregadero debe estar vacío y brillante. Nada de platos sucios. Esconde los paños de cocina usados.
- Camas: Deben estar perfectamente tendidas. Una cama deshecha da sensación de dejadez.
H2: 3. ¿Qué haces TÚ durante la visita? (La Regla de Oro)
Este es el consejo más difícil para los propietarios: Desaparece.
- ¿Por qué? Cuando el dueño está presente, el comprador se siente un “invitado”. Se siente incómodo abriendo armarios, probando grifos o criticando lo que no le gusta. Se apresura para irse rápido.
- La Estrategia: Sal a dar una vuelta al parque, ve a tomar un café o quédate en el jardín/balcón leyendo, muy discreto.
- Deja trabajar al Agente: Tu agente inmobiliario sabe cómo mostrar la casa, qué resaltar y cómo manejar las objeciones. Si tú intervienes (“mira esta baldosa que puse yo mismo”), interrumpes la conexión emocional del comprador con la casa.
H2: 4. El Factor Mascotas
Amamos a los perros y gatos, pero no durante una visita inmobiliaria.
- El Problema: Algunos compradores tienen miedo a los perros o alergia a los gatos. Un perro ladrando (aunque sea de alegría) genera estrés y ansiedad en la visita.
- La Solución: Llévate a tu mascota contigo durante el paseo. Si no puedes, déjala en una zona restringida, pero lo ideal es que no esté.
H2: 5. Seguridad y Privacidad
Para tu tranquilidad y para evitar distracciones:
- Guarda joyas, relojes, celulares y dinero en efectivo en un lugar seguro o bajo llave.
- Guarda facturas o documentos personales que puedan estar sobre mesas o escritorios.
CONCLUSIÓN: Vende una Experiencia, no Ladrillos
Preparar la casa para una visita toma 20 minutos, pero puede ser la diferencia entre recibir una oferta esa misma tarde o que el comprador siga buscando. El objetivo es que, cuando el cliente cruce la puerta, suspire y diga: “Me siento en casa”.
¿Te pone nervioso mostrar tu casa? En Plusvalía Loja, nosotros nos encargamos de las visitas. Llegamos antes para preparar el ambiente, atendemos al cliente y tú solo recibes el reporte final con la oferta. Vender nunca fue tan cómodo.