La economía aprieta y la idea suena brillante: alquilaste un departamento grande de 3 habitaciones en el centro de Loja, te sobra un cuarto y decides alquilárselo a un amigo o publicarlo en Airbnb para cubrir la mitad de tu arriendo. Negocio redondo, ¿verdad?
Cuidado. Lo que parece una estrategia financiera inteligente puede ser el error que te deje en la calle. En Ecuador, la línea entre “compartir gastos” y “subarrendar ilegalmente” es muy fina. Antes de entregar una copia de tus llaves a un extraño, debes saber qué dice la Ley de Inquilinato.
¿Qué es exactamente el Subarriendo?
Ocurre cuando tú (el Arrendatario), que tienes un contrato con el dueño, decides alquilar una parte o la totalidad de esa propiedad a una tercera persona (el Subarrendatario), cobrándole dinero.
- El Mito: “Si solo es por un fin de semana en Airbnb, no cuenta”.
- La Realidad: Sí cuenta. Cualquier cesión del uso del inmueble a cambio de dinero, sin importar el tiempo, es un subarriendo.
La Regla General: PROHIBIDO (Salvo que se diga lo contrario)
La Ley de Inquilinato del Ecuador es tajante en esto. El Artículo 30 (Causales de Terminación) establece que el arrendador puede dar por terminado el contrato inmediatamente si:
“El arrendatario subarrienda o cede sus derechos sin autorización escrita del arrendador.”
En resumen: Si tu contrato no dice explícitamente “Se autoriza el subarriendo”, entonces está prohibido por defecto. No necesitas que el contrato diga “Prohibido”; la ley ya lo asume.
Los Riesgos de Hacerlo “A Escondidas”
Muchos inquilinos en Loja lo hacen en secreto, pensando que el dueño no se enterará. Pero los vecinos hablan, el portero ve caras nuevas y las apps como Airbnb son públicas.
Si te descubren, te enfrentas a:
- Desalojo Inmediato: El dueño puede iniciar un juicio o mediación para sacarte por incumplimiento de contrato.
- Pérdida de la Garantía: Al haber violado el contrato, es muy probable que el dueño retenga la garantía para cubrir penalidades o daños causados por el “invitado” no autorizado.
- Responsabilidad Solidaria: Si tu sub-inquilino incendia la cocina o inunda el baño, TÚ eres el responsable legal ante el dueño. Tú tendrás que pagar los daños, no el tercero.
La Excepción: ¿Cómo hacerlo legalmente?
No todo está perdido. Si realmente necesitas un compañero de piso (roommate) para dividir gastos, hay una forma correcta de hacerlo: La Transparencia.
- Pide Permiso por Escrito: Habla con el dueño. Explícale: “La situación económica cambió y necesito un compañero para asegurar el pago puntual de la renta”.
- El Addendum al Contrato: Si el dueño acepta, firmen un anexo donde se autoriza el subarriendo parcial.
- Derecho de Veto: El dueño querrá saber quién entra en su casa. Ofrécele la opción de conocer y aprobar al nuevo inquilino (pedirle antecedentes, etc.).
- No Lucres: Si el arriendo total cuesta $400, no le cobres $300 a tu compañero. El dueño podría reclamar que te estás enriqueciendo con su propiedad. Lo justo es dividir proporcionalmente.
El Caso de los Estudiantes (San Cayetano / Argelia)
En las zonas universitarias de Loja, el subarriendo es el pan de cada día.
- Consejo: Si eres estudiante, busca contratos que ya contemplen la modalidad de “Piso Compartido”.
- Para Propietarios: Si su inmueble está cerca de la U, es más inteligente hacer contratos individuales por habitación con cada estudiante, en lugar de alquilar la casa entera a uno solo y dejar que él subarriende. Así mantienes el control de quién vive ahí.
CONCLUSIÓN: No Arriesgues tu Hogar
Subarrendar sin permiso es jugar con fuego. Puede que ganes unos dólares extra un par de meses, pero el estrés de ser descubierto y el riesgo de una demanda no valen la pena. Si necesitas compartir gastos, hazlo de frente y con la bendición del propietario.
¿Eres propietario y sospechas que subarriendan tu casa? En Plusvalía Loja, nuestros contratos de administración incluyen cláusulas de prohibición de subarriendo férreas y realizamos inspecciones periódicas para asegurar que solo vivan allí las personas autorizadas.